“Un fuerte plantado, con una imponencia serena, frente al mar. La imponencia le venía de la geometría sólida y cuadrangular de las murallas de piedra, la serenidad resbalaba por la superficie blanca y lisa de las paredes de la casa, que vigila mirando la línea del horizonte, con antigua sabiduría, lo que desde fuera se revela y surge…
La magia que brillaba en el aire nada mas se entraba en el patio, obligaba de inmediato, como si de una secreta obligación se tratara, a una especie de ritual de celebración del espacio.”
Maria João Seixas
in: “Linha/Expresso” de 22.05.04